
Se trata de un mosaico de vidas que se cruzan en las calles de Lavapiés. Algunos personajes temen a lo desconocido, otros están más que perdidos y otros más tan sólo encuentran lo que en realidad no buscan. Es como asomarse a una de las tantas corralas del barrio.
Las enamoradas de Lavapiés, como Julia y como yo, nos movemos como pez en el agua entre las páginas de este libro. Y aunque sabemos que en realidad no huele ni suena ni sabe como nuestro barrio, tampoco podemos resistirnos a cotillear, a asomarnos a las ventanas de la novela para tratar de entender un poco más este cachito de ciudad, tan antiguo y a la vez tan completamente nuevo cada día que pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario